5 de Diciembre de 2022.
Comunicado conjunto de las tres Cámara industriales lácteas sobre el relanzamiento del “dólar soja”
Las cámaras que nucleamos a las industrias lácteas argentinas, el Centro de la Industria Lechera
(CIL), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APyMEL) y la Junta Intercooperativa de
Productores de Leche (JIPL), expresamos nuestra profunda preocupación por los efectos negativos que
tendrá sobre toda la cadena el reciente restablecimiento del Programa de Incremento Exportador, más
conocido como “dólar soja”.
El antecedente de su versión I -vigente durante septiembre pasado- nos demostró que habrá un
inevitable impacto alcista sobre las cotizaciones promedio principalmente de la soja, pero también del
maíz y de la mayoría de sus subproductos, y en definitiva sobre el costo de alimentación en el tambo. Un
efecto similar se prevé en las renegociaciones de los contratos de alquiler de la tierra, muy frecuentes en
nuestra actividad.
Consideramos que la medida adoptada agrega un ingrediente más en detrimento de la alicaída
rentabilidad de la cadena, y por lógica en los niveles productivos proyectados, justo en un momento en
el que varias de las industrias asociadas a nuestras cámaras participan en el nuevo Programa “Precios
Justos”, que en su parte medular establece precios fijos durante el trimestre dic22-feb23 para los
productos listados, y aumentos máximos del 4% mensual para el resto de las categorías.
Ya es por todos conocido que el factor climático ha cobrado un papel central en los resultados, y
en consecuencia, en el ánimo de los protagonistas de la cadena láctea. La persistente sequía invernal, que
obligó a consumir anticipadamente las reservas forrajeras y a aumentar las compras de alimentos fuera
del establecimiento en el intento de sostener los niveles de producción, pero incrementando los costos,
fue seguida por una primavera sin mayores lluvias, lo que está consolidando el tercer año consecutivo en
fase “Niña”. Y lamentablemente los pronósticos oficiales de corto plazo no prevén una mejoría de la
situación para la región productiva central.
Los daños ya reportados y los previstos en los principales cultivos preanuncian un escenario 2023
con reservas más escasas, de menor calidad y a mayores costos, todo lo cual condiciona a la industria para
mejorar aún más el precio al productor para intentar cubrir esos costos, a fin de sostenerlos en la actividad
y evitar una caída más marcada en la oferta futura.
Desde las Cámaras Industriales venimos advirtiendo sobre este cuadro crítico, que sin duda pone
en riesgo la generación de materia prima en los próximos meses y en todos los perfiles de tambo,
especialmente en los pequeños y medianos productores.
Es por todo esto que las cámaras industriales más importantes de la cadena láctea reclamamos
a los funcionarios acciones concretas tendientes a aliviar la difícil situación por la que atraviesa la
producción primaria de leche, agravada por el relanzamiento del “dólar soja”, y que lógicamente
afectará también de manera significativa a nuestras industrias asociadas.