En el contexto actual, a los productores lecheros no les alcanza el precio para asumir sus costos; pero los industriales pagan por encima de sus posibilidades. Ese el gran dilema lechero según el análisis que realizan todos los meses los profesionales del Instituto Argentino de Profesores Universitarios en Costos (IAPUCo), que desde hace años siguen los números de esa cadena.
Según indicó el expresidente del Instituto Argentino de Profesores Universitarios en Costos, Enrique Cartier, entre los sectores no solucionará el problema, ya que lo primero que deben considerar todos los que forman parte de la cadena es “si hay algo para distribuir”.
En la misma línea, el profesional aseguró: “estamos viendo mes a mes, desde hace ya un año, una situación que es muy mala, fatal. Los números dan que el productor está cobrando un precio que no es suficiente para cubrir sus costos de equilibrio que lo haga sustentable en el tiempo”. A su vez señaló que dicha problemática también va asociada al hecho de que la industria estaría pagando más de lo que puede, con lo cual tampoco es sostenible.
Por su parte Cartier explicó: “hay que tener en cuenta que los números no tienen el valor de la precisión sino que son referenciales; constituyen una aproximación razonable. Además es una lectura recurrente.”
En este sentido, afirmó que la información que se publica “es sólo la punta del iceberg”, ya que los datos más finos muestran distintas realidades. De este modo, continuó: “Ahí aparece que no necesariamente todos los tambos y todas las industrias pierden. Pero nuestro trabajo no apunta a resolver los problemas a los actores individuales sino atender la sustentabilidad del complejo productivo lácteo.” indicó.
Además, hizo hincapié en su preocupación por la permanencia en el tiempo de esta coyuntura anteriormente descripta. Al respecto, afirmó que exceptuando una ventana a mediados de 2017, de 4 o 5 meses, en los que se dio una situación normal -esto es, que la industria pague un poco menos de lo que puede para tener renta y que eso sea superior al costo del tambo, así uno y otro pueden crecer y desarrollar la cadena- “el resto está marcado por la escasez”. En esta línea, continuó: “Inicialmente la pérdida estaba solo focalizada en el sector primario, con alguna leve rentabilidad positiva en la industria; pero desde 2018 venimos en caída libre”.
Las participaciones en la cadena de valor
Otro aspecto significativo del trabajo que realiza IAPUCo tiene que ver con el análisis de la participación que cada eslabón tiene en el valor del producto final, algo que en muchas oportunidades generó fuertes encontronazos en el sector.
Los datos recolectados exponen que ambos sectores crecieron con respecto a la comercialización, lo que señala que por ese camino tampoco se podrá ganar rentabilidad. De todas formas Cartier comentó que, con respecto a los porcentajes de participación, es importante atender a distintas cuestiones.
En este sentido, el profesional manifestó que se viene dando información sobre el valor por litro equivalente a nivel tanquera, planchada y góndola, con y sin impuestos al consumo. “Ahí aparece la participación sobre el precio final en góndola; inexplicablemente en el último tiempo se asoció que a mayor porcentaje en el precio final mejor será la realidad del productor o viceversa. Y la verdad es que no tiene nada que ver”, afirmó.
Por su parte, Cartier agregó que, aunque ese tema está presente en muchas reuniones sectoriales, se debería enfocar el debate hacia otro lado. De este modo, propone que el reclamo tiene que ser otro. Respecto a ello, puntualizó: “Creo que no se pueden encontrar soluciones simples a problemas complejos”.
La información muestra que en el contexto actual los debates históricos entre producción e industria deben buscar otros caminos. Finalmente, añadió: “antes que las discusiones distributivas resulta imprescindible generar cosas para distribuir, algo que no hace el Estado, los tamberos, o los industriales solos”. En esta línea, continuó: “En todo caso deben generarlo todos juntos, definiendo un plan estratégico, que existe, y aplicando medidas concretas para lograr los objetivos. Entonces después trabajar racionalmente en políticas sectoriales, pero primero hay que valorizar la cadena y después ver una ecuación justa para distribuir”.
Por Pablo Correa – Redacción Puntal Villa María